El libro de “Los Caminos Torcidos del Soconusco” del autor Gustavo Gonzzalí es una obra que consta de seis cartas que van dirigidas hacia sus hijos, ya que se les hace mención de cómo el Soconusco por medio de mentiras, traiciones y uso de las armas se incorporó a Chiapas.
Se hace mención de los antecedentes del Soconusco que quiere decir “lugar de tunas agrias”. Aquí se menciona que el Soconusco o Xoconochco era un señorío muy rico que se extendía desde Oaxaca hasta Ayutla, lo que hoy es Tecúm Umán, cosa que no tuvo fue el interés sobre las guerras, aunque algunas veces se alió con los toltecas para conquistar a los quiché.
También contó con una gran variedad de cultivos y una poderosa economía que a la llegada de los conquistadores les atrajo mucho en consecuencia que se le otorgó el rango de Gobernación con dependencia directa de los Reyes.
Los europeos en 1790 lo siguen explotando, pero le dan la espalda y la anexan como provincia a la Intendencia de Chiapas, que a la vez era parte de la Capitanía General de Guatemala aunque conserva su jerarquía como pueblo.
En el año de 1821 algunos pueblos de América: México, Guatemala, Chiapas, y por supuesto Soconusco obtienen su Indepencia de la Corona Española, donde Soconusco intenta anexarse a la nueva Nación Mexicana pero sin lograrlo de manera constitucional, que se divide en diecinueve estados y cuatro territorios pero por su condición de nación independiente no aparece dentro del mapa donde solo figura Chiapas.
Soconusco tuvo varios hecho importantes entre 1821 y 1825 en lo que se destaca las disputas sobre su pertenencia.
El 23 de octubre de 1821 Soconusco bajo el liderato de la Villa de Tapachula proclama su indepencia de la Corona española y de la Capitanía General de Guatemala provocando su anexión, junto a Chiapas al recién Imperio Mexicano. Donde destacan Bartolomé de Aparicio, Antonio García Girón, José Antonio Pardo, el cura Ildefonso Macal y los señores Manuel Escobar, Pedro Rafael Córdova, Pedro Cayetano Corona, Guillermo Antonio Chacón, Ignacio Jabalois, entre otros vecinos más.
El 4 de julio de 1823 se elige en Tapachula a don Manuel Escobar, primer representante del Soconusco ante la Junta Suprema Gubernativa de Chiapas, marchando hacia Ciudad Real, hoy llamada San Cristóbal de las Casas que en aquel tiempo era capital de Estado, lo que provoca el deseo de algunos plítico de pertenecer a Chiapas.
El 3 de mayo de 1824 se reúnen en la sala capitular de Tapachula los representantes de los pueblos del Soconusco para votar sobre su incorporación a México o Guatemala, ganando la primera dándose su incorporación al Estado de Chiapas.
El 24 de julio de 1824 el Ayuntamiento de Tapachula y los representantes de los pueblos del Soconusco, resuelven segregar al Soconusco de Chiapas y al mismo tiempo de México incorporándolo a las Provincias Unidas de Centroamérica cuyo liderato lo ejercía Guatemala.
El 21 de mayo de 1825 Guatemala acantona tropas en Tapachula con la intención de tomar Soconusco.
Y el 21 de julio de 1825 México acantona sus tropas en Tonalá. Pero los políticos de ese entonces no se ponían de acuerdo sobre su nacionalidad hasta que se concerta la neutralidad del Soconusco don de las dos naciones se comprometen a no intervenir en sus asuntos, con el propósito de que el Soconusco decidiera su propio destino, o se anexaban o se independizaban.
Los abuso que recibía el Soconusco en una precaria situación obligaron que el 18 de mayo de 1840 el alcalde de la Villa de Tapachula buscara una solución y esa solución fue solicitar apoyo al presidente de México, Anastacio Bustamante para resguardar la independencia y neutralidad de la región, del que el Soconusco no se imaginaría del abandono y la discriminación del que serían objeto.
La suerte del Soconusco caería en las manos de un personaje controvertido de la historia: Antonio López de Santa Anna al que se le podría llamar “el padre del centralismo mexicano” que no tomó en cuenta que la región se debatía en varias opciones, fue presidente en once ocasiones, al que se le recuerda por haber negociado con Estados Unidos más de la mitad del territorio mexicano.
Unirse a México era una opción que contaba con la simpatía de la mayoría de los ciudadanos.
Santa Anna nombró al coronel oaxaqueño Juan Aguayo Jefe de la División Protectora de los Votos para recabar la aprobación de los soconusquenses y anexar a toda la costa, de Oaxaca al río Tilapa, de una vez por todas a Chiapas y México.
Para ganar se pondría al frente de cuatrocientos soldados para visitar sólo tres poblaciones: Tapachula, Escuintla y Tuxtla de Soconusco.
López de Santa Anna entregó Soconusco a Chiapas por razones que hasta la fecha no han sido muy claras.
Pronto el Soconusco se dio cuenta que el gobierno de Chiapas solo se acordaba de él cuando los impuestos no complacían las demandas del centro del Estado, y surgieron voces de inconformidad.
Las cosas se le complicaba al coronel Aguayo y decidió elaborar una nueva acta donde decía que su agregación y dependencia a Chiapas y México, la hicieron por su libre y espontánea libertad sin ser violentados para ello. Mientras tanto las malas condiciones de la región se convirtieron en caldo de cultivo para la violencia.
A catorce años de la anexión, la inconformidad había convertido en rabia dándose brotes violentos presionando a las autoridades locales a tomar decisiones. La costa no acepta seguir dependiendo de Chiapas. Así es como el 6 de diciembre de 1856 en la ciudad de Tapachula, se declaraba constituido el territorio federal de soconusco. Los soconusquenses deciden agruparse bajo la bandera del Plan Pro Territorio Federal del Soconusco comandado por José María Chacón, pero se había cometido un error porque la falta de respeto, abandono y explotación cínica se daban en el Soconusco.
Tonalá fue llamado a pertenecer ala territorio naciente y no solo se le invita sino que se le comunica que puede ser la capital del Soconusco.
No obstante el alcalde primero de Tonalá conocer el plan se escandaliza y responde con una maniobra común en la condición humana.
Un mes después, en enero de 1857, se efectúa la expresión más grande de inconformidad: el enfrentamiento armado entre las fuerzas del Soconusco y las fuerzas del gobierno de Chiapas.
Los huixtlecos, conscientes de que soconusco había declarado la autonomía, miran con recelo a los soldados invasores. Solo unos pocos sabían que Chacón había decidido llevar a sus guerrilleros al encuentro de Zebadúa adelantándose a los planes de este. No lo dejarían llegar a Tapachula.
La victoria de los insurrectos es total. El gobierno pierde una campaña completa.
El gobernador de Chiapas, don Ángel Albino Corzo no permitiría que unos cuantos locos y necios separatistas le arrebataran las fértiles tierras del Soconusco si ahí estaban las actas de anexión, donde el pueblo expresó su libre voluntad, cosa que no era así.
Corzo llega a Tapachula el 21 de marzo de 1857 dispuso a terminar con el movimiento independentista. Sebastián Escobar y sus guerrilleros se ponen a las ordenes del gobernador. El hombre que había firmado la declaración de soberanía y había compartido ideales con los rebeldes, se pasó al bando contrario.
Escobar cambia en forma radical los futuros acontecimientos porque él contaba con el conocimiento del terreno y sobre todo conocía las estrategias, planes y fuerza de los rebeldes.
El comandante general y gobernador del estado de Chiapas, Ángel Albino Corzo, había ganado.
Es justo mencionar que el señor Corzo tuvo un lugar en la historia de Chiapas, pero para el Soconusco solo significó represión.
La batalla de Tapachula es un suceso histórico que todos los costeños deberíamos conocer a detalle pero, ya lo sabemos ¡No hay historia!
El 4 de abril de 1857 José María Chacón al frente de doscientos sesenta tapachultecos ataca el cuartel de los soldados chiapanecos y sucede lo inesperado: el capitán José Pantaleón Domínguez ordena la retirada sin presentar batalla; los soldados no paran hasta llegar a Huehuetán, intimidado, por el número de rebeldes arremetiendo con furia el reducto militar.
De nueva cuenta había que jugarse la vida. Pero esta vez los genios de la fortuna estaban del otro lado de la sierra.
El gobierno con el apoyo de Sebastián Escobar y sus guerrilleros vencen a los rebeldes después de una fuerte batalla que deja tras de sí la muerte de muchos guerreros. A partir de ese combate y hasta la fecha, Soconusco queda bajo la jurisdicción de Chiapas.
Después vendría el absolutismo de Porfirio Díaz quien gobernó con un poder ilimitado desde 1876 hasta 1911, exceptuando el periodo de 1880 a 1884 cuando ejerció el poder a través de uno de sus colaboradores. En Soconusco se le da espacio y facilidades; los extranjeros que explotan el trdebajo de los indígenas y erigen fastuosas fincas cafetaleras y de otros productos. Se agrupan en un poderoso frente económico que no le da cabida a nadie fuera de su círculo. Recursos, frutos y otros beneficios emigran a Europa y otras latitudes.
En Soconusco se inaugura el tren Panamericano y se le dio auge al Puerto de San Benito. Pero por otro lado, no se promueve la educación y se forja algo que podríamos llamar “el oscurantismo mexicano”.
Después, en la década de los treinta siendo gobernador del estado Victórico Grajales, se da principio a una serie de arbitrariedades contra el pueblo mam, etnia madre de los soconusquenses: se les prohibió hablar su propio idioma, usar sus prendas y a negar su origen.
Con el pretexto de mexicanizar, Victórico consolidaba la identidad chiapaneca. Con el aval de la mexicanizad en las escuelas se dejó de hablar del Soconusco, para referirse solo a la historia de Chiapas y México.
El país vivía en paz en un marco democrático manejado, pero a pesar de todo se da lo que algunos llaman el boom agrícola. De los años cuarenta hasta la década de los ochenta del siglo pasado, la producción de Soconusco se elevó a alturas increíbles, solo comparable a la riqueza que existió antes de la conquista.
A partir del esplendor agrícola del Soconusco, Tuxtla Gutiérrez se convirtió en una ciudad moderna con todos los servicios.
Pero, volviendo un poco atrás, cuando México aún no se reponía del trauma de la Revolución, algo más siniestro, no solo para el Soconusco, sino para la nación entera se había empezado a fraguar: el PRI.
Bajo esa perspectiva se crea en 1929 el Partido Nacional Revolucionario, fundado por Plutarco Elías Calles. Lázaro Cárdenas lo convierte en Partido de la Revolución Mexicana en 1938 y luego cambia su nombre en 1946, por el de Partido de la Revolución Institucional.
Se desempeña como la dictadura más estructurada que ha padecido al país, cuya finalidad es el dominio total a través de la demagogia, es decir, la forma de ganarse simpatías con falsas promesas, halagos, premios y el arte de manipular los sentimientos
Todo este asunto de la demagogia, mentiras y manipuleo de los sentimientos es muy antiguo y connatural al ser humano y es la estrategia que usó el PRI para mantener su hegemonía.
Estuvo mas de setenta años destruyendo la voluntad y corrompiendo el carácter del pueblo y ahora no podemos esperar que de pronto cambie sus practicas y nos brinde soluciones maravillosas.
Resultado: Soconusco continúa en el olvido. La Guerra de Reforma y las calamidades que enfrentó el país; el cacicazgo que ejerce Sebastián Escobar; la compleja Revolución Mexicana, el clero y el Porfiriato, esfumaron los sueños de emancipación.
Según las ultimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el quince porcinito de la población mundial sufre alguna forma de enfermedad mental. Bajo esta perspectiva, Soconusco cuenta con unos doscientos veinticinco mil semejantes agobiados por la depresión aguda, alucinados por la esquizofrenia y la neurosis: vencidos por las drogas o los complejos.
La publicidad es tan sutil y connatural que rige nuestras preferencias y buena parte de la conducta personal. Influye en todo y en todos. Sabemos que Soconusco elevaría su nivel de vida en forma radical, si se erige como estado. Es incuestionable, sin embargo seguimos aferrados a la esperanza, creyendo en la promesa, porque en el fondo sentimos que buscar nuestra independencia es inútil. Que toda acción orientada a cambiar lo establecido es deleznable y abyecto, porque lo han colgado en el fondo de nuestra alma a través de algo muy simple: la propaganda.
A través de la propaganda, se nos está convenciendo no sólo a Soconusco sino a todos los países pobres del mundo, de los beneficios del proyecto neoliberal.
El neoliberalismo es un proyecto de carácter mundial, donde el gobierno de México tiene pocas oportunidades de tomar decisiones. Podrían decidir si tomaran en cuenta algo que se llama “soberanía“. Pero ya han demostrado que eso no les interesa, por eso el gobierno pugnará siempre para evitar la separación del Soconusco.
Soconusco no participó en la Guerra de Independencia. Lo más cerca que estuvimos de los acontecimientos bélicos, fue cuando el general Mariano Matamoros destrozó a las fuerzas realistas de Guatemala al mando del teniente coronel Manuel Dambrini. Cuando Matamoros acabó con ellos, además de las armas y municiones se hizo de un enorme cargamento de cacao y otro de añil.
Los soconusquenses tomaron parte en varias acciones de guerra, principalmente en el sitio a la ciudad de Puebla que se efectuó del 16 de marzo al 17 de mayo de 1863. La defensa que se hizo fue heroica. Se peleó casa por casa y en cada metro de terreno.
La sociedad civil debe agruparse en asociaciones que persigan el mismo fin. Manejar con valentía y libertad la idea de un Soconusco autónomo. Toda la costa saldría beneficiada.
El gobierno del estado dice que Chiapas es un todo, indivisible y que no se puede ni se debe fraccionar, sin embargo, es justo lo que hicieron con nosotros: dividir en zona costa, Soconusco y Frontera sur.
Ya no se puede permitir que una minoría decida por los demás, sobre todo porque Soconusco es quien aporta el dinero.
El Soconusco por toda su historia y el aporte económico que a hecho hacia Chiapas demuestra que tiene todo lo necesario para poder ser un estado libre y soberano mas en la República Mexicana.
Todo esto se puede lograr si los soconusquences nos uniéramos por esa causa justa para que nuestras riquezas no se repartan en todo el estado de Chiapas y para que fuéramos beneficiarios nosotros de nuestras propias riquezas y así todos los soconusquences saldríamos ganando.
VANESSA SOLIS CABALLERO